jueves, 20 de agosto de 2015

El Ensayo

El Ensayo 


Apache de Selección

A la Selección subcampeona del mundo; la que ostentó, junto con una constelación de estrellas como el Kun, Di María, Pastore, Higuaín y Lavezzi, al mejor jugador del planeta quien venía de conquistarlo todo para el Barcelona de Luis Enrique: Lionel Messi , se le agregó un jugador de potrero, un pibe con estirpe ganadora, un infaltable que sería titular en cualquier seleccionado del mundo… menos en el nuestro. La verdad es que Tévez no pudo participar en los 120 minutos de esa final carente de goles, a pesar de ser un goleador multipremiado en Italia. Alentó desde el banco. Messi y compañía tuvieron la oportunidad en el Mundial; el “apache”, no.
Cualquier persona se puede considerar “técnico de la Selección mayor” y como tal, habla de sus jugadores irreemplazables; esos que no se pueden sacar. La ausencia de Carlitos es un tema a debatir.

La juventud y el uso del celular.
Nosotros tenemos pensado hablar, dar nuestra opinión sobre la dependencia que tienen los adolescentes a los celulares. Esto comienza cuando reciben a una edad muy temprana (11 o 12 años) su primer aparato de telefonía móvil.
Se puede notar, sin embargo, dos clases de usuarios: los que lo usan para un fin específico como llamar y tener informados a sus padres; y otros quienes lo utilizan para entretenerse con juegos, redes sociales o páginas para adultos. Es en este último caso que el uso del celular se manifiesta como una dependencia, genera una adicción permanente.
Ya a los 14, 15 o 16 años, este aparato se hace parte de su vida: se expresan, se relacionan, conocen gente nueva, buscan información, todo a través del mismo. La ausencia de control es sumamente peligrosa porque al estar en contacto con todo el mundo, pueden relacionarse con personas con malas intenciones que pueden causar una tragedia.
A través de este ensayo, tenemos pensado reflejar la vida de los jóvenes a través de este aparato. Contar lo que hacen, conocer su uso y explicar cómo puede llegar a volverse adictivo.

Consignas de trabajo:
1.       Buscar en bibliotecas, libros o artículos que les puedan ayudar para desarrollar el tema elegido. Seleccionar las fuentes documentales con las que van a trabajar. Pueden ser libros, revistas, artículos, etc.
2.       Redactar la introducción del ensayo. Recuerden que esta es la primera sección del trabajo y debe incluir todos los datos que resulten necesarios para orientar al lector sobre la investigación realizada. Expongan claramente cuáles son los ejes de análisis que va a desarrollar.
3.       Redactar el cuerpo principal del ensayo, es decir, el desarrollo de las ideas que surgieron en el punto anterior. Recuerden usar citas y referencias que le darán mayor seriedad al trabajo. No se olviden de utilizar un lenguaje claro, preciso y subjetivo para expresar opiniones personales.
4.       Una vez terminado el desarrollo, vuelvan a leer todo el trabajo y realicen los ajustes y correcciones que crean necesarios. Luego, redacten las conclusiones. Recuerden que en las conclusiones se resumen los puntos más importantes del desarrollo. Allí también pueden incluir alguna valoración o juicio personal sobre el trabajo realizado.

5.       Por último, incluyan la bibliografía utilizada. Recuerden que se listan todas las publicaciones consultadas que sirvieron de referencia para el trabajo, aunque nos e haya citado ningún fragmento; utilicen la convención correspondiente para citar las publicaciones.

jueves, 13 de agosto de 2015

Tomando la pluma del autor....

Diciendo con ritmo, cadencia y rima....


Aquella ilusionada
aunque tú muy mal le hagas,
nunca cortarás sus alas,
seguirá enamorada
(Mellia - Moreno)

Hombres para qué nos juzgan
si sólo tienen para ver
ojos que no tienen tiempo
de ponerse a observar
(Britos - Sabán)

Vosotras, las que acusáis,
nosotros por la "vaguesa"
que en nuestra mente inculcáis
con vuestra gran sutileza
(Bergia)

Hombres sin amor que juzgáis
sin consideración de nosotras,
¿por qué pegáis sin razón
si tiene ojos para ver y no sentir?
(Tritarelli)

Mujeres inconscientes,
que pensáis que nosotros
somos culpables de todo
que en igual ustedes sois
culpables de actos claros.
(Toso)

Queredme tal cual como soy
como el mundo  me ha traído,
no como tú has querido
y por libre camino voy.
(Muñoz - Visotsky)

Hombre, que hacés críticas
primero has de conocer
la razón de la mujer
a sus actitudes típicas.
(Kukuchka - Lecler)

Hombres buenos somos y las
mujeres que nos acusan,
que sin ver que ellas abusan
quitan nuestra libres alas.
(Dalmasso - Goglio)

Mujeres que sin razones
nos quitan la vida,
son una dulce mordida
que luego rompe corazones.
(Airaldo - Díaz)

Mujer que tan terca eres
para seguir con esas ideas,
que no son las que deseas
sino las que fijas tienes.
(Juri)

Hombres que queréis la razón
que culpáis a la tentación
y andáis con mucha pasión
incitáis mal con ocasión.
(Lorenzo)

Mujeres tontas, quejaos
sin saber sobre nosotros,
que con más valores que otros
iluminamos sus tejados.
(Mañez - Taborda)

Mujeres que despreciáis
a los hombres sin motivo,
sin ver que tenéis culpa
como a lo que despreciáis.
(Gigena - Picinelli)

Se ve que no entenderás.
Esto no podrás comprender:
si maltratas a la mujer
mal así le realizarás.
(Abecasis - Loza)

Ustedes siempre tan pretenciosas
que nos dejáis desconcertados
que pretendéis la perfección,
y elegís el mal bien pintado,
en vez del bien oculto en la simpleza.
(Albornoz - Calderón)

No nos pidan que las comprendan
si nunca paran de cambiar
¿Por qué hacer lo que no dicen
si lo mismo se van a enojar?
(Maurelli)